jueves, 22 de enero de 2015

El presidente de Mensajeros de la Paz predicó en la catedral anglicana en la Semana de la Unidad





Padre Ángel: "A menudo nuestras Iglesias se dejan llevar por una lógica de la competencia"

El religioso denuncia el "marketing competitivo" entre las confesiones cristianas

Redacción, 21 de enero de 2015 a las 08:59
 ¿Cuáles son los pasos que damos en nuestra Iglesia para encontrarnos con otras iglesias? ¿Y qué hemos aprendido unos de otros? ¿Somos capaces de encontrar un pozo común en el que podamos recostarnos y descansar de nuestras disputas y rivalidades? 
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El padre Ángel, con el obispo anglicano

  • El padre Ángel, con el obispo anglicano


El pasado lunes, el presidente de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel García, participó en una celebración ecuménica, con motivo de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, en laIglesia Catedral del Redentor de Madrid, perteneciente a la Comunión Anglicana.
La ceremonia estuvo presidida por el obispo anglicano, Carlos López, y en la misma se condecoró al religioso "en atención a las circunstancias que concurren en su persona, por sus distinguidos servicios a las Iglesias Cristianas en el territorio español y fuera de él, y su alto espíritu de colaboración y diálogo".
Este fue el texto de la predicación del padre Ángel:


19 de enero de 2015

Queridos hermanos, 
Querido Obispo Don Carlos,
Querida Comunidad,

Gracias por invitarme a participar en esta Catedral preciosa, especial.
Vengo más que a hacer una predicación, a rezar junto a ustedes y en voz alta a decirles que en esta Semana de Oración por la Unidad, me siento feliz de estar entre ustedes.
Los textos que acabamos de leer son tan preciosos, y tan concisos , que quizá no tendría que añadir absolutamente nada.
Fatigado del camino se sentó, junto al pozo, ver a Jacob y a Raquel junto al pozo, o como cantaremos al Señor si estamos en tierra extraña, y por si fuera poco más preguntas que me hace Don Carlos.
¿Qué significa para mí y para mi comunidad de fe?
¿Qué es necesario para atravesar Samaría?
¿Cuáles son los pasos que damos en nuestra Iglesia para encontrarnos con otras iglesias?
¿Y qué hemos aprendido unos de otros?
¿Somos capaces de encontrar un pozo común en el que podamos recostarnos y descansar de nuestras disputas y rivalidades? 
Comienza un diálogo entre Jesús y la Samaritana, "tengo sed, dame de beber"

Algunos piensan que cuanto más grande es la iglesia, que cuanto más grande, cuanto más miembros tiene , más grande es alguno de sus miembros, más grande es su poder y más cerca está de Dios, presentándose como los únicos verdaderos adoradores, de ahí surge la violencia , la falta de respeto a otras religiones y a otras tradiciones.
Los verdaderos adoradores, no consienten competencia entre si quién es mejor, quién es peor.
Necesitamos pozos para recostarnos, descansar y abandonar las disputas, la rivalidad, la violencia. Lugares donde podamos aprender que los verdaderos adoradores se unen en Oración 
Dios misericordioso,
A menudo nuestras Iglesias se dejan llevar por una lógica de la competencia.
Perdona nuestro pecado de presunción.
Estamos fatigados de esta necesidad de ser los primeros.
Concédenos descansar junto al pozo. Refréscanos con el agua de la unidad sacada de nuestra plegaria común.
Que tu Espíritu que aleteaba sobre las aguas primordiales saque unidad de nuestra diversidad.
Amén.

Dejarme hacerme eco en estos momentos , casi textualmente de las palabras del Papa Francisco, que ayer oíamos de sus propios labios.
El gran animador de ecumenismo, de la oración, el que abraza y bendice a todos y pide también que le abracen y le bendigan.
Ayer ante la pregunta de una niña llorando le hacía ¿por qué sufren los niños? Y él emocionado, mirándole a los ojos y mirándonos a todos dijo " Es una pregunta a la que no hay una respuesta" Sólo el silencio o las palabras que salen de las lágrimas puede uno expresar.
Existe una compasión mundana que no nos sirve para nada, Una compasión que a lo más nos lleva a meter la mano en el bolsillo y dar una moneda. Si Cristo hubiera tenido esa compasión hubiera pasado, curado a tres o cuatro, y se hubiera vuelto al Padre. Solamente cuando Cristo lloró y fue capaz de llorar, entendió nuestros dramas.
Queridos amigos , al mundo de hoy le falta llorar. Lloran los marginados, lloran aquellos que son dejados de lado, lloran los despreciados... pero aquellos que llevamos una vida más o menos sin necesidades, no sabemos llorar. Solamente ciertas realidades de la vida se ven con los ojos limpios por las lágrimas.
Os invito a que cada uno se pregunte: ¿Yo aprendí a llorar? ¿Yo aprendí a llorar cuando veo un niño con hambre, un niño drogado en la calle, un niño que no tiene casa, un niño abusado o usado por la sociedad como esclavo? ¿O mi llanto es un llanto caprichoso del que llora porque le gustaría tener algo más?.
La gran pregunta, ¿por qué sufren los niños?, la hizo llorando. Y la gran respuesta que podemos hacer todos nosotros es aprender a llorar. Jesús, en el Evangelio, lloró. Lloró por el amigo muerto, lloró en su corazón por esa familia que había perdido a su hija, cuando vio esa pobre madre viuda que venía de enterrar a su hijo, se conmovió en su corazón cuando vio a la multitud como ovejas sin pastor.
Y este es un desafío, Y cuando nos hagan la pregunta, ¿por qué sufren los niños, por qué sucede esto o esto otro trágico en la vida?, que nuestra respuesta sea o el silencio, o la palabra que nace de las lágrimas. Sean valientes, no tengan miedo a llorar.
También dice el Papa 
Este es otro desafío, el desafío del amor. ¿Cuál es la materia más importante que tienen que aprender en la Universidad; en la vida? Aprender a amar

El verdadero amor es amar y dejarse amar. Es más difícil dejarse amar que amar. Por eso es tan difícil llegar al amor perfecto de Dios, porque podemos amarlo, pero lo importante es dejarnos amar por él. El verdadero amor es abrirse a ese amor que está primero, y que nos provoca una sorpresa.
El amor te abre a la sorpresa, el amor siempre es una sorpresa, porque supone un diálogo entre dos: el que ama y el que es amado. Y nuestro Dios es el Dios de las sorpresas, porque siempre nos amó primero,. Dios nos sorprende: dejémonos sorprender por Dios.
En el desafío del amor, Dios se manifiesta con sorpresa. Pensemos en san Mateo. Era un buen comerciante, además traicionaba a su patria porque le cobraba los impuestos a los judíos para pagárselo a los romanos. Estaba lleno de plata y cobraba los impuestos. Pasa Jesús, lo mira y le dice: Vení, seguíme. No lo podía creer. Jesús lo llama, le hace así, los que estaban con él dicen ¿a éste, que es un traidor, un sinvergüenza? Y él se agarra a la plata, no la quiere dejar. Pero la sorpresa de ser amado lo vence. Y sigue a Jesús.
Esa mañana cuando Mateo fue al trabajo y se despidió de su mujer, nunca pensó que iba a volver sin el dinero y apurado para decirle que preparara un banquete. El banquete para aquel que lo había amado primero, que lo había sorprendido con algo muy importante, más importante que toda la plata que tenía.
Déjate sorprender por Dios, no le tengas miedo a las sorpresas. Que te mueven el piso, ¿eh? Nos ponen inseguros, pero nos meten en camino. El verdadero amor te lleva a quemar la vida, aun a riesgo de quedarte con las manos vacías

En el Evangelio que acabamos de escuchar nos relata como Jesús al llegar al pozo donde detenerse, estaba fatigado del camino. Su fatiga puede que tenga que ver también con los rumores que habían difundido los suyos, y mientras descansa una mujer Samaritana se acerca al pozo para sacar agua, este encuentro tuvo lugar en el Pozo de Jacob, un lugar lleno de simbolismo para la vida y la espiritualidad del pueblo de la Biblia.
Sigue aconteciendo que en vez de una búsqueda común de la unidad las relaciones entre las Iglesias estén marcadas por la competencia y la disputa. Esto ha sido lo que ha pasado en Brasil en los últimos años .Las comunidades ensalzan sus propios méritos y las ventajas que consiguen sus adherentes con la finalidad de atraer nuevos miembros. Algunos piensan que cuánto más grande es la iglesia, cuanto más grande es el número de sus miembros, más grande es su poder y más cerca está de Dios, presentándose a sí mismos como los únicos verdaderos oradores.

Como consecuencia de ello ha habido violencia y falta de respeto hacia otras religiones y otras tradiciones. Esta especie de Marketing competitivo crea a la vez un clima de sospecha entre las Iglesias y una falta de credibilidad del cristianismo en su conjunto en la sociedad. Al crecer la competencia la "otra" Iglesia se vuelve enemiga.

Oración
¡Dios de todos los pueblos, enséñanos a atravesar Samaría
Para encontrarnos con nuestros hermanos y hermanas de otras iglesias!
¡Concédenos ir allí con el corazón abierto
Para que podamos aprender de todas las iglesias y culturas!
Profesamos que Tú eres la fuente de unidad.
Danos la unidad que Cristo quiere de nosotros.
¡Amén!

Fuente: Religión digital
Edición: Gabinete de Comunicación Iglesia Anglicana de España (IERE)

1 comentario:

  1. Ni el luteranismo ni el calvinismo, y menos aún el anglicanismo, se ven hoy en día sorprendidos respecto de la incidencia con que el catolicismo remarca la iniciativa divina de la Caridad, del Amor completamente desinteresado de Dios hacia el ser humano y hacia toda Su creación. En este asunto, tan solo a los protestantes radicales les parece que la prédica de dicha iniciativa es privativa de los Padres de la Reforma y no es así, en absoluto. De hecho, nunca ha sido así. Es más, el catolicismo descansa sobre la base de una vida humana sostenida plenamente por la Gracia, por la Fe, por la Esperanza.
    A Dios gracias, después de cinco siglos, Reforma y Roma, Roma y Reforma, a fin de testimoniar a su Señor en el mundo, unos y otros, han encontrado el camino de la unidad visible de la Iglesia.

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