viernes, 30 de octubre de 2015

Teología práctica es una herramienta en la lucha por la sostenibilidad de la tierra de América del Sur

Publicado el: 30 de octubre 2015 07:53 AM

Representantes de las comunidades locales en la reunión de Fe y Territorios de la red en Sao Paulo, Brasil
Crédito de la imagen: SICSAL

[ACNS] 
Las comunidades locales en América del Sur, que se enfrentan a una batalla cada vez mayor para preservar sus tierras comunes de las poderosas corporaciones, están recurriendo a la teología práctica para ayudarles en su lucha; como líderes de la iglesia se comprometen a ser "hacedores de la Palabra, no solamente oidores de la Palabra".

Ese fue el mensaje que surgió de los miembros de la Red de Fe y territorios que se reunieron en Sao Paulo, Brasil, recientemente para su cuarta reunión.

"Hacemos hincapié en la necesidad de volver a las fuentes del Testamento, Nuevo y Viejo, donde Dios está comprometido con las personas empobrecidas con la justicia distributiva, donde la tierra se considera como un regalo, una herencia que no puede ser concentrada, destruida y mercantilizada", los participantes en las reuniones expusieron en una carta. "A partir de esta convicción profunda, la verdadera teología debe estar basada en el amor y la solidaridad con las personas excluidas, y las víctimas empobrecidas", dijeron.

Bajo el lema, "La Fuerza de la Fe en Acción Directa en Defensa de los Territorios", los participantes exploraron la intersección de la práctica y la espiritualidad religiosa, y la ferviente preocupación por el "territorio" - el oikumeme o casa común.

En particular, los participantes exploraron en cómo se vive la fe en una zona en el territorio donde las personas están sujetas al desarrollo centrado en los beneficios y ganancias de las minorías; a la indiferencia de la población local por la naturaleza. El objetivo era desarrollar nuevos paradigmas teológicos y praxis de apoyo a las luchas de las comunidades para la sostenibilidad y eco-justicia.

El facilitador de la  Alianza Anglicana para América Latina y el Caribe, Paulo UETI, fue uno de los participantes en la reunión. "Las comunidades locales - ya sean indígenas, de afrodescendientes, quilobolas [descendientes de los esclavos afro-brasileñas] o pobres Mestizos [de ascendencia europea y amerindia combinados] agricultores - se enfrenta al monstruoso poder de las Mega-corporaciones internacionales", dijo en respuesta a los testimonios de representantes de las comunidades locales que hablaron de su lucha para salvaguardar la integridad de su casa común ante las poderosas empresas mineras y petroleras, los productores de aceite de palma, los operadores agrícolas de monocultivo generalizados y la militarización.

"Las creencias y prácticas tradicionales se han perdido, incluso intencionadamente destruidos, en el pasado a través de actos de conquista y la esclavitud", dijo. "Esto continúa hoy con la invasión de la industria, donde la agroindustria, las empresas mineras y los megaproyectos de infraestructura afectan a la naturaleza y las comunidades más vulnerables."

Los teólogos de la Iglesia Episcopal Anglicana de Brasil, la Red Cristiana Internacional Oscar Romero de Solidaridad con los Pueblos de América Latina (SICSAL), la Comisión Pastoral de la Tierra (Comissão Pastoral da Terra - Brasil), el Consejo Nacional de Iglesias de Brasil y Pueblo Indio (Ecuador) invita a una reflexión más profunda sobre los vínculos entre las luchas actuales de la eco-justicia, y las expresiones del pasado y presente de la fe y la espiritualidad.

"Damos la bienvenida a este enfoque integral, teológicamente arriesgadado y elogiamos a los demás a través de la Comunión," el, co-director ejecutivo reverendo Andy Bowerman de la Alianza Anglicana, dijo. "Nos sentimos muy alentados de ver los resultados de esta reunión. Nos aseguraremos de que se unen con las voces vulnerables de todo la Comunión a medida que construimos impulsos hacia las reuniones COP21 en París a finales de este año.

"La Alianza Anglicana se ha comprometido no sólo a ser la voz de los sin voz, sino también para que esas voces a menudo tranquilas puedan ser escuchadas en los centros de poder e influencia."
  • Haga clic aquí para leer más sobre la initiaive en el sitio web Anglicana Alianza.

jueves, 29 de octubre de 2015

La Iglesia Unida del Canadá y la Iglesia Unida de Cristo formalizan su plena comunión



Versión en español publicada el: 28 de Octubre 2015
La Iglesia Unida de Cristo y la Iglesia Unida del Canadá, ambas miembros del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), formalizaron un acuerdo de plena comunión durante un culto celebrado el 17 de octubre en la Iglesia Unida de San Andrés, en Niagara Falls, Ontario (Estados Unidos de América).
Mediante dicho acuerdo las iglesias, con sede en EE. UU. y Canadá respectivamente, se comprometen a "vivir juntas una visión común del ministerio y la misión, explorar las posibilidades de esta relación de plena comunión y encontrar maneras de vivir formas más profundas y más plenas del testimonio que fortalecerán a la Iglesia mientras aprendemos y crecemos juntos".
El obispo Mark MacDonald, Presidente del CMI para América del Norte y primer obispo nacional indígena de la Iglesia Anglicana del Canadá, tomó la palabra durante el culto.
El acuerdo es fruto de un diálogo entre las dos iglesias, que iniciaron formalmente las conversaciones sobre la plena comunión en 2012. La "plena comunión" implica que cada iglesia reconoce los sacramentos y la ordenación de los ministros de la otra, lo que permite que los pastores puedan ser llamados por las congregaciones de una u otra denominación.
Este es el cuarto acuerdo de plena comunión para la Iglesia Unida de Cristo y el primero para la Iglesia Unida del Canadá, la mayor organización protestante de Canadá, con unos 3 millones de miembros. La Iglesia Unida de Cristo está en plena comunión con la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo), firmó un acuerdo múltiple con la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.), la Iglesia Reformada de América y la Iglesia Evangélica Luterana de América, y un acuerdo de plena comunión (o "Kirchengemeinshaft") con la Unión de Iglesias Evangélicas de Alemania (UEK).
La Iglesia Unida de Cristo y la Iglesia Unida del Canadá son las dos únicas organizaciones cristianas de América del Norte reconocidas como iglesias "unidas y en vías de unión". La Iglesia Unida del Canadá fue fundada en 1925 como la primera unión del siglo XX que cruzó las históricas líneas denominacionales. La Iglesia Unida de Cristo, por su parte, fue creada el 27 de junio de 1957, en Cleveland, Ohio (EE. UU.) mediante la fusión entre la Iglesia Evangélica y Reformada y las Iglesias Cristianas Congregacionales.
Existen similitudes entre las dos iglesias en cuanto a su compromiso con la justicia social y su defensa de la inclusión de la diversidad de identidades sexuales y de género, a la discapacidad, así como a su apertura y expresión teológicas. La Iglesia Unida de Cristo, a través de sus organizaciones predecesoras, ordenó a su primera ministra en 1853, a su primer ministro afroamericano en 1892, y a su primer ministro abiertamente gay en 1972. La Iglesia Unida del Canadá ordenó por primera vez a una mujer en 1936 y en 1988 declaró que la orientación sexual no era un criterio para determinar la elegibilidad para la ordenación.

Un momento de celebración

En una carta enviada a los moderadores de ambas iglesias, el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias, dio la enhorabuena a las iglesias en nombre de la comunidad cristiana mundial.
"El testimonio de la Iglesia Unida del Canadá y de la Iglesia Unida de Cristo es vital hoy en día", escribió Tveit. "Mediante su compromiso con la solidaridad cristiana, sus iglesias están estrechamente vinculadas a todo el movimiento ecuménico, y son ejemplos de lo que puede llegar a lograrse cuando, respetando las diferencias, las iglesias se reconocen mutuamente su vida espiritual, su compromiso con la labor ministerial y con el testimonio público".
Natasha Klukach, responsable de programa del CMI para la Iglesia y las Relaciones Ecuménicas, dijo que las iniciativas de estas iglesias harán crecer la comunidad no solo de las dos iglesias implicadas, sino del CMI en su conjunto.
"Cuando nuestras iglesias miembros encuentran formas de intensificar sus relaciones, de reconocerse mutuamente esa profundidad de koinonía, toda la comunidad se enriquece y se fortalece", dijo Klukach. "Para América del Norte concretamente, ver que las relaciones ecuménicas prosperan más allá de las fronteras insufla nuevas energías y posibilidades para las iglesias de la región" añadió.

Fuente: Consejo Mundial de Iglesias
Edición: Gabinete de Comunicación Iglesia Anglicana de España (IERE)