sábado, 26 de abril de 2014

MENSAJE DEL SÍNODO DE LA IGLESIA LUSITANA


MENSAJE DEL SÍNODO DE LA IGLESIA LUSITANA

El 95º Sínodo de la Iglesia Lusitana Católica Apostólica Evangélica estuvo reunido en la Catedral de San Pablo, Lisboa, entre los días 25 y 26 de abril 2014, teniendo por lema 
“Do Batismo à Missão da Igreja” (Romanos, 6,11). 

La apertura solemne del Sínodo tuvo lugar con un Culto de Santa Cena en la celebración de San Marcos Evangelista. La agenda de trabajo consto, entre otros asuntos, de la presentación de varios informes, de los órganos administrativos, de los diferentes departamentos e instituciones particulares de solidaridad social de la Iglesia, y también la elección para los diferentes cargos.





















Estuvieron presentes miembros del clero, representantes elegidos de las parroquias de la Iglesia y de los diferentes departamentos diocesanos, con una asistencia total de unas 40 personas. Participaron también diversos invitados representando al Rvdmo.Arzobispo de Canterbury, al Consejo Consultivo Anglicano, a la Convocatoria de Iglesias Episcopales Europeas, a la Iglesia de Irlanda, al Consejo Mundial de Iglesias, a la Iglesia Española Reformada Episcopal; como también de diversas instituciones portuguesas como las Iglesias Metodista, Presbiteriana, Iglesia Católico-romana y la Sociedad Bíblica de Portugal.

Este Sínodo tuvo su inicio exactamente un año después de la consagración del actual Obispo Diocesano, Rvdmo.Jorge Pina Cabral, en pleno tiempo pascual y en el día en que el país celebraba también 40 años desde el 25 de abril. Esta circunstancia no podía quedar ajena a los trabajos del propio Sínodo y de hecho fue recogida en el discurso del Obispo Diocesano, que ha considerado estas ''tres celebraciones unidas entre si por el vigor de la novedad, por el sentido del anuncio de una alegre noticia y por el compromiso de la construcción de una sociedad más justa y fraterna que sea desde ya anuncio del Reino de Dios''.


Justificando el lema elegido para el Sínodo, el Rvdmo. Jorge Piña Cabral, recordó la firma reciente de la declaración conjunta de reconocimiento del bautismo por parte de diversas iglesias el pasado enero, recordando que ''una mayor o menor conciencia bautismal está unida a un mayor o menor compromiso ecuménico y de Misión'' y ahora lo importante es profundizar, por la acción del espíritu Santo, la identidad y testimonio cristiano.

Pero en este tiempo pascual en el que se celebra el Sínodo, el Obispo observo que ''el verdadero bautismo de Jesús es el de Su Pascua'' (S.Marcos 10, 38), y que, por eso, este es un ''tiempo propicio para profundizar sea con nuestra identidad, sea con nuestra vivencia bautismal'', celebrando la Resurrección de Jesús en la convicción de que ese acto redentor de Nuestro Señor ''requiere también que en nuestra vida haya signos efectivos de resurrección y de nueva vida''


En este contexto, y en la misma senda expresada en un texto del anterior Arzobispo de Canterbury, Rowam Willians, se debe reencontrar la identidad del bautizado en Cristo, que exige que ''progresivamente sepamos estar en la proximidad de Dios Padre y de su amor transformador y no en la proximidad de la oscuridad provocada por el pecado que urge ser transformado por el amor''. De la misma manera que Jesús nos enseña, a través de su Ministerio terrenal, que estar en la intimidad del Padre no puede estar disociado de la presencia del Maestro ''junto a los pecadores y a las realidades de sufrimiento de su tiempo'', también ''la misión de cada  cristiano y de la Iglesia en su conjunto nace de la manera como dejamos fluir la vida, como savia vivificante, la gracia recibida en el bautismo, que lejos de alejarnos de las realidades, nos ayuda a mirar con más profundidad al corazón del mundo''-

En esta dimensión de comunión debe entenderse otro plano esencial de la Misión, que es su carácter y identidad ecuménica, que ciertamente gana nuevo impulso con la declaración conjunta de reconocimiento del bautismo, haciendo importante ahora ''la génesis de cualquier proyecto y realización, sea desde el coraje y la humildad de invitar a las otras iglesias a estar presentes en los mismos''.

No dejando de referirse al momento en que celebramos los 40 años de la Revolución durante la celebración del Sínodo, el Obispo Jorge recordó, a partir de estudios hechos públicos, que ahora se consideran importantes e irreversibles las conquistas del régimen democrático iniciado en 1974, pero también el descontento de la mayor parte de los portugueses con el funcionamiento de ese mismo régimen y de los millones de personas que viven en estado de pobreza.


En verdad, dada la situación en que vive el País ''vive en un estado de profunda subordinación a los poderes e intereses de un mercado con rostro indefinido y sustentado por una cultura económica y un discurso político sin dimensión humana'', las Iglesias están convocadas a estar en la linea al frente en la proclamación de la esperanza y de exigir justicia, porque ''para las Iglesias, las personas no son un número, tienen rostro y una dignidad propia que urge conservar. Asumiendo que con el bautismo morimos para todo lo que nos separa de otras personas, percibimos que, particularmente en estos tiempos, nuestra vocación es estar con los otros en sus necesidades y esperanzas.


De este modo, el Sínodo de la Iglesia Lusitana no puede dejar de manifestar, en estos días en que celebramos los 40 años de la conquista de las libertades, reanimar no sólo en la esperanza en que vengan mejores días sino también en la reflexión cívica sobre los procesos de participación y de compartir responsabilidades, y su compromiso de testimoniar el Mensaje de Cristo en la plenitud de sus implicaciones. O sea, celebrando la Resurrección de Jesús a la luz de nuestro bautismo, sacramento de renovación y, por esa misma razón,  en el desafía a actuar de manera diferente en el tiempo y en las circunstancias en que vivimos.

Lisboa, 25 abril 2014.

Fuente:  Iglesia Lusitana (Comunión Anglicana)
Edición: Gabinete de Prensa Iglesia Anglicana de España (IERE)

No hay comentarios:

Publicar un comentario