[Episcopal News Service]
El Arzobispo Francisco de Assis da Silva, de la Iglesia Episcopal Anglicana de Brasil ha visitado recientemente las comunidades del estado de Rondonia, que junto con el vecino estado de Acre, han sido las más afectadas por las peores inundaciones en más de medio siglo . El gobierno brasileño ha implementado el estado de emergencia en estas áreas y comenzado a responder a las necesidades de los afectados, pero el Arzobispo Francisco informó que muchas comunidades aún están aisladas y prácticamente sin recursos semanas después de la inundación.
El agua no es nada nuevo para esta región del país. No sólo los ríos proporcionan muchos de ellos trabajo y el sustento, sino que también forman parte de las grandes infraestructuras en la conexión de las comunidades entre sí. El río Madeira, afluente del Amazonas es una parte importante de la vida en la ciudad capital de Rondonia, Porto Velho, donde el caudal del río se elevó en 17 metros por encima de su nivel normal. Incluso para un área que técnicamente se encuentra dentro de un clima monzónico con una estación de lluvias de 10 meses, el movimiento del agua en una escala como ésta ya ha dejado a miles de familias desplazadas y sin hogar. Los alimentos, suministros médicos y agua potable siguen siendo una necesidad urgente en numerosas comunidades. Las comunidades ribereñas se han visto gravemente afectadas, dado que las principales carreteras y autopistas de entrada y salida de Porto Velho también han sido dañadas.
El arzobispo ha lanzado recientemente un comunicado donde compartía las escenas difíciles que él encontró en su viaje: "Cerca de 20.000 personas sin hogar, barcos hundidos, casas bajo el agua, un número incalculable de objetos perdidos, y un sentimiento de impotencia de las autoridades. Las zonas de pesca fueron las más afectadas, donde las personas perdieron todo lo que tenían y no tuvieron tiempo para rescatar ningún objeto debido con la que creció el caudal a la que de agua. Conocí a familias que viven en el medio del bosque, que viven en condiciones deplorables, atrapados viviendo en tiendas de lona improvisadas y sin condiciones sanitarias dignas, muchos de ellos sólo con la ropa que llevaban puesta en el momento de la inundación. "
La rama del gobierno brasileño, que responde a los desastres naturales, la Defensa Civil, ha estado sobre el terreno en las zonas afectadas, pero aparte de las dificultades para navegar por las zonas inundadas, la respuesta no es aún la esperable. El Arzobispo Francisco expresó su incredulidad y frustración al saber que a las familias se les dio sólo 5 litros de agua potable en los últimos 15 días.
La Iglesia Episcopal Anglicana de Brasil ya ha recibido $ 5,000 del Fondo Episcopal de Beneficencia y Desarrollo como respuesta a las inundaciones, que el Primado entregó personalmente a las familias de las zonas afectadas.
Para obtener más información sobre las inundaciones en Brasil, por favor consulte los artículos anteriores:
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