La crisis financiera no es una excusa para no cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, dicen los líderes religiosos. Los partidarios alentados a sumar sus voces en Twitter usando # 1000DaysToGo
Con 1000 días que faltan para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, se ha unido a los líderes religiosos de todo el G8 para instar a los gobiernos a cumplir sus promesas de ayuda.
El Arzobispo Justin es uno de los 80 líderes religiosos que han firmado una carta al Financial Times de hoy , instando a los países del G8 para seguir al Reino Unido en el cumplimiento de los compromisos existentes a destinar el 0,7% de los ingresos nacionales a la ayuda.
Con el enfoque en los impuestos en el comercio y la transparencia, los líderes religiosos argumentan que la Presidencia británica del G8 tiene el potencial deber de avanzar en la agenda de los ODM de manera que no haya 'huelga' (retrasos) para la solución de las causas subyacentes de la pobreza, en particular garantizando que la riqueza creada por los países en desarrollo no se pierde a través de las prácticas fiscales injustas, la falta de transparencia o en un fracaso por no asegurar los beneficios del comercio para los países en desarrollo.
"El cumplimiento de los objetivos restantes, aunque difícil, es posible - pero sólo si los gobiernos no se niegan a cumplir los compromisos morales y políticos tomados a lo largo de la pasada década", subraya la carta.
El reverendo Nick Baines, obispo de Bradford, dijo: "Con sólo 1000 días que faltan para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados por la ONU, es imperativo que los Jefes de Gobierno del G-8 deban marcar el ritmo. Estaré twitteando mi apoyo usando # 1000DaysToGo y esperando la avalancha de comentarios que aliente a los gobiernos a no renunciar a dicho objetivo".
Ellos abogan por que una convención del G8 sobre la Transparencia Fiscal comprometería a los países firmantes a evitar que las personas y empresas puedan acultar la riqueza de modo que sea imposible de rastrear. Además, piden presionar al G8 para una mayor transparencia financiera de los gobiernos de los países en desarrollo con el fin de que los ciudadanos puedan exigir a sus gobiernos dar cuenta del dinero que gastan.
"El desarrollo está trabajando, pero siguen habiendo retos", señala la carta . "El número de personas que viven en la pobreza extrema se ha reducido a la mitad y 14.000 niños mueren cada día menos que en 1990. Sin embargo, una de cada ocho personas todavía se acuestan con hambre cada noche y más de 2 millones de personas mueren de desnutrición cada año. "
La crisis financiera puede ser una razón, pero no es una excusa para la indecisión o aplazamiento, dice la misiva. "Llegar a un consenso con propósito en estas zonas no será fácil. Pero, si existe la voluntad política y el liderazgo moral en su defecto, del G-8 de este año podría ayudar a crear un entorno que fomente las condiciones para el crecimiento inclusivo, económico equitativo y sostenible - condiciones que se necesitan desesperadamente, si queremos alcanzar los ODM e incluso cosas más grandes más allá de los objetivos en principio marcados ".
Fuente: Palacio de Lambeth
Edición: Gabinete de Comunicación Iglesia Anglicana de España (IERE)
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