martes, 2 de abril de 2013

Conocer nuestra falibilidad, llegando a ser misericordiosos con los demás - sermón de Pascua del Arzobispo Justin



Desde el Palacio de Lambeth:
El Arzobispo Justin ha dicho en su sermón de Pascua que fijar sólo esperanzas en los individuos en la vida política y pública es "siempre un error". Pero dijo que la Semana Santa y la Pascua nos recuerdan el poder de Dios y la falibilidad de los seres humanos - las lecciones que nos liberan por ser misericordioso con los demás.
En su intervención en la catedral de Canterbury 10 días después de su toma de posesión, el arzobispo de Canterbury utiliza su primer sermón de Pascua para advertir contra el "líder héroe cultural " en nuestra vida pública.
El Arzobispo Justin dijo: "La configuración de las personas o instituciones como asuntos que están a tal altura que no pueden fallar, siendo un mero abandono, como crueldad cínica, de todo excepto de mi propia seguridad,  siendo tan malo ser ignorante de la naturaleza humana y el otro de Dios..."
Por el contrario, dijo, la Semana Santa y la Pascua "nos muestran la realidad de Dios y los seres humanos."
Los discípulos, dijo, que había puesto todas sus esperanzas en Jesús - y sobre el pueblo de Israel para que lo reconociesen. Sin embargo, "los gobernantes de Israel se aferraron a lo que sabían, por temor a algo inesperado e incluso peor, e hicieron lo que todos hacemos: no pudieron  ver la evidencia de Dios delante de ellos."
El Arzobispo continuó: "Esto sucede una y otra vez como una especie de malestar familiar, son a menudo más tranquilizadores los cambios tenues en comparación con las terribles consecuencias de los cambios de apariencias del  poder aunque parezcan ser mejor que la apuesta evidente en la fidelidad de Dios..."
Pero la realidad de Dios y los seres humanos, hizo hincapié, en el período de Pascua, dijo, tiempo "que nos prepara para la acción en el mundo, la acción que se basa en la esperanza y el realismo, no en el cinismo o el miedo."
El Arzobispo Justin hizo hincapié en que "una Iglesia alegre y festiva no se basa en un vano optimismo humano, sino en la certeza de que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos y también nos resucitará a nosotros.
"Como resultado de ello sabemos que nuestra falibilidad y el ser misericordiosos con los demás, sabemos que la llamada de Dios nunca deja de trabajar para, y esperando, una nueva forma y vida a la Iglesia."
Y agregó: "Dios nos da la vida en toda plenitud cuando abrimos nuestras vidas a Él. La iglesia sana el quebrantamiento solo en el amor y el perdón de los otros. Encontramos la comprensión de la resurrección de Jesús siempre que nos hace nuevos estando en llamas con el...y en la verdad de que Cristo ha resucitado, y la vida está llena de esperanza creadora".

Gabinete de Comunicación Iglesia Anglicana de España (IERE)

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