Declaración del Arzobispo de Canterbury Rvdmo. Justin Welby sobre la renuncia del Papa Benedicto XVI:
Ha sido con gran tristeza pero con completa comprensión que nos enteramos esta mañana de la declaración del Papa Benedicto XVI sobre su decisión de renunciar a la carga del ministerio como Obispo de Roma, cargo que ha desempeñado con gran dignidad perspicacia y coraje. Mientras me preparo para tomar posesión de mi cargo no hablo sólo por mí mismo, y mis predecesores como arzobispo, sino por los anglicanos de todo el mundo, para dar gracias a Dios por la vida sacerdotal totalmente dedicada, de palabra y de obra, en la oración y en el servicio costoso de seguir a Cristo. Él ha puesto ante nosotros algo del significado del ministerio petrino de edificar al pueblo de Dios a su plena madurez.
En su visita al Reino Unido, el Papa Benedicto nos mostró algo de lo que la vocación de la Sede de Roma puede significar en la práctica - un testimonio del alcance universal del evangelio y un mensajero de esperanza en un momento en que la fe cristiana está siendo puesta en entredicho. En su enseñanza y sus escritos ha mostrado una mente teológica notable y creativa para influir en los asuntos del día a día. Nosotros, los que pertenecemos a otras familias cristianas con mucho gusto reconocemos la importancia de este testimonio y nos unimos a nuestros hermanos y hermanas católicos romanos para agradecer a Dios por la inspiración y desafío del ministerio del Papa Benedicto XVI.
Oramos para que Dios lo bendiga profundamente en el retiro con salud, paz de mente y de corazón, y encomendamos al Espíritu Santo a aquellos que tienen la responsabilidad de elegir a su sucesor.
+Justin Welby.
Fuente: Anglican News Service
Edición: Gabinete de Comunicación Iglesia Anglicana de España (IERE)
Benedicto XVI ha demostrado mucha honestidad con la decisión tomada. Una salud endeble compagina mal con actividades protocolarias tan elevadas; tales como, las de un Jefe de Estado. Porque este dato es el que todos aquellos cristianos no romanos no debemos olvidar. El papa no es solamente el pastor universal de la Iglesia de Roma, es el Jefe del Estado Vaticano. Esto no sucede con ningún otro sucesor apostólico en el mundo. El papa ostenta una doble sucesión: por un lado, la apostólica (recibida de los santos apóstoles Pedro y Pablo a través de Lino); por otro lado, la política (asumida por aclamación por el papa León I el Magno en tiempos en los que Atila, rey de los hunos, azotaba el imperio romano de occidente). Que el papa sea pastor me parece correctísimo, pero que todavía ostente títulos imperiales no. ¡Quiera Dios, Nuestro Señor, que el próximo sucesor de san Pedro y de san Pablo en Roma, lleno del Espíritu Santo, se desprenda de todo aquello terrenal y que, puesta la mirada en Jesús, el Cristo, abogue junto con el resto de la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica por el advenimiento del Reino Celestial! Amén.
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